Los angiomas planos, comúnmente denominados «antojos» o manchas en vino de oporto, son producto de la acumulación bajo la piel de numerosos y gruesos vasos que le confieren a esa zona ese color característico que varía del rosa pálido al color vino tinto intenso. Surgen antes del nacimiento por lo general y, salvo en casos excepcionales, no tienen más trascendencia que la desfiguración estética.